sábado, 17 de enero de 2015

¡MI INFANCIA Y LOS LIBROS!


¡MI INFANCIA Y LOS LIBROS!


 Observo la arboleda desde mi ventana y no sé porque vienen a mi mente 
los recuerdos de mi infancia. 
Recuerdos que a pesar del paso del tiempo aún permanecen latentes en el corazón.

Yo naci en cuna pobre con cuchara de palo y toda la cosa, por lo tanto mi infancia no fue como la de otros niños, de jugar en un parque, correr por los prado, de integraciones etc. 

¡No! Yo no tuve esa dicha, ser hija de padres separados tenía sus limitaciones y las mías eran precisamente esas, no poder alternar los fines de semana ni en vacaciones con niños de mi edad. porque yo debía seguir a mi madre donde quiera ella tenía que ir a trabajar y yo en lugar de jugar debía estudiar, repasar las clases que estaban en los cuadernos, eso sumado al rechazo de otros niños por ser la hija de la empleada de la casa de X o Y familia.

Los pocos momentos de diversión que tenía era en los recreos del colegio. A pesar de eso tenía muchos juguetes y hermosas muñecas, pero no me apetecía jugar sola… 

Esto que les cuento sucedió en Santa Marta-Magdalena Un día cualquiera en uno de esos momentos de aburrimiento por llamarlo de alguna forma, entre a la biblioteca de la casa donde para ese entonces laboraba mi madre y encontré un libro de cuentos infantiles, recuerdo que era de hadas y princesas y lo evoco tanto, tanto porque de uno de esos cuentos saque el nombre que hoy lleva mi hija “Doranne”

Recuerdo que me acurruque debajo del escritorio a leer y a soñar…
Y cuando estaba sola recordaba esos cuentos y dejaba volar mi imaginación. Asi pasaron los días y yo seguida leyendo, cuentos e historias a escondidas… 

 ¡Dios! Hasta que un día fui sorprendida por el dueño de la casa, asustada le pedía disculpas y le suplicaba que no le dijera nada a mi madre, pero el señor sonriente me dijo: ¡Tienes en tus manos el más valioso tesoro…

¡Un libro! Lee, analiza el contenido de esas lecturas y saca conclusiones, aquí no solo hay libros de cuentos y aventuras, hay de temas variados, historia, política, ciencias, geografía, biología, escoge lo que quieras y embriágate de cultura ¡Un día me darás las gracias! 

Y dándome una palmada en el hombro se dirigió al jardín… 

Hoy mirando la arboleda vinieron a mi mente esos momentos de cuando descubrí mi afición por la lectura, el apoyo que encontré y lo mucho que aprendí, aunque debo reconocer que los libros que mas me gustaban eran los de aventuras y los de poesía. 

Uno de aventuras que me gustó muchísimo se llamaba “El Caballero de Lagardere” la protagonista se llamaba “Aurora” y el primer libro de poesía que leí “Las Rimas de Bécquer” que ha influido bastante en mi poesía, sobretodo en el tema del desamor. 

De ahí en adelante empecé a leer todo lo que se me atravesaba incluyendo el “Informe Hite” que a mi madre casi le da un soponcio cuando me lo encontró leyendo (La sexualidad era un tema tabú, bueno en mi familia) pero un día no sé cómo llego a mis manos un libro llamado “Amar, Vivir y Aprender” un hermoso tratado de psicología de Leo Buscaglia, que se convirtió al pasar del tiempo en mi libro de cabecera al lado de la Biblia. 

Con ese libro aprendí lo que es la tolerancia, el respetar los espacios, aceptar a los demás con defectos y virtudes, pero sobre todo me enseño mucho autoestima, que por cierto, la tenía por el suelo; luego llego “El Caballero de la Armadura Oxidada” con el cual aprendí a enfrentar a todos los dragones que me acechaban, empezando por el del miedo y vencerlo, además de aceptarme a mi misma como soy sin importarme lo que piensen los demás. 

Hoy le doy las gracias a ese señor que me permitió tomar sus libros y cultivarme en parte con ellos. Gracias a ello en su momento pude sostener una conversación Desde el tema más simple hasta el más complejo y lo sigo haciendo. 

De corazón les digo antes de que alguien quiera criticarme o lanzarme una piedra: ¡No soy una eminencia pero si me considero una persona culta! 

No todo lo aprendí en el colegio ni en la universidad! 

Pero reconozco que los libros fueron mis grandes maestros, sin demeritar a los que me guiaron y siempre abra un libro con una hoja doblada sobre mi nochero.

Actualmente reposa “Un Regalo Inesperado” de Camilo Cruz, te invito a que lo leas conmigo… 

 ¡Es tiempo de Leer!




 

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